Créditos al consumo
Son los que podemos obtener en las entidades de crédito para financiar compras de elevada cuantía a las que no se puede hacer frente de otro modo, o bien que han sido inesperadas. En realidad este nombre corresponde a la eterna confusión entre crédito y préstamo. Así, en este caso, más bien, son préstamos al consumo.
Estos créditos también los ofrecen empresas financieras que en realidad no son bancos sino que respaldan a otras empresas comerciales. Por ejemplo los créditos para compra de un vehículo los suelen ofrecer las financieras del concesionario o de la marca. Las garantías de estos créditos son únicamente avales personales o domiciliaciones de nóminas.
Otro caso muy común de créditos al consumo es el que realizan las grandes cadenas de hipermercados o las grandes superficies cuando nos financian las compras más importantes (ordenador, TV, aire acondicionado, etc.) a 6, 12 o 18 meses. Desde ese momento habremos de ir abonando las cuotas del crédito como mejor nos convenga o podamos. Se suelen utilizar estos productos para promocionar sus propias ventas por ejemplo, no cobrando intereses (créditos al 0%).
Línea de crédito
Consiste en una cantidad de dinero que el banco pone a nuestra disposición en una cuenta, de la que se puede elegir disponer o no. Desde el momento en que se dispone de dicha línea de crédito se comienzan a devengar los intereses a favor del banco. Un ejemplo de estas líneas de crédito son los préstamos pre-concedidos que nos ofrecen los bancos en función del riesgo que les suponemos, o también los acuerdos comerciales entre empresas y bancos.
Tarjeta de crédito
Las tarjetas de crédito son el tipo de crédito más flexible y más popular. Dan libertad para disponer del límite de crédito de la tarjeta, que puede llegar a 3000 o a 6000 euros incluso, con la máxima libertad. A la hora de devolver la deuda también se permiten muchas opciones para facilitarla, como son amortización total, plazos iguales todos los meses de una cuantía mínima o plazos que representen un determinado porcentaje de la deuda total. El principal inconveniente de las tarjetas es que el tipo de interés que se paga el exageradamente alto, hasta del 25% TAE.
Créditos comerciales
Es decir, letras, pagarés, pagos o cobros a plazo, etc., que usan los empresarios. También se pueden considerar por supuesto créditos puesto que estos efectos comerciales financian la actividad empresarial a un determinado plazo (30, 60, 90 días). Pueden incluir el pago de algún interés o no.