TAE es un término que corresponde a unas siglas que significan ‘Tasa Anual Equivalente’. Se utiliza como ayuda para comparar distintas ofertas de préstamos, aunque esta es sólo una forma de hacer la comparación, ya que, a la hora de elegir, hay que tener otros aspectos en cuenta. En el caso de las hipotecas, nos va a indicar el interés real que tenemos que pagar.
La TAE es un porcentaje. Este porcentaje se calcula mediante una formula matemática, dispuesta según la normativa del Banco de España, que incluye el tipo de interés (o interés nominal), la comisión de apertura (si la hay) y el número de años del préstamo.
La TAE nos va a permitir conocer cual va a ser el coste efectivo o real de la operación en un periodo anual. Es una referencia orientativa del coste real de la hipoteca en el caso de que los tipos de interés que hay a la hora de formalizar el préstamo no cambiasen durante toda la vida del préstamo, cosa que no ocurre con los préstamos de interés variable. Por eso la TAE es más útil en el caso de los préstamos a interés fijo que en el caso de los de interés variable. En este último caso, esta tasa se tiene que ver como una referencia, ya que variará con los años cada vez que se actualicen los tipos de interés.
La TAE, además de en las hipotecas y en los préstamos personales, se utiliza también para calcular el rendimiento en productos ahorro. Si vemos la TAE anunciada en todas las ofertas de préstamos hipotecarios, personales y productos ahorro es porque el Banco de España obliga a las entidades a informar sobre ella. Se quiere así proporcionar a los usuarios un criterio común a la hora de comparar distintas ofertas.