Los tipos de amortización de las hipotecas y préstamos están relacionados con la cantidad a pagar en la periodicidad pactada, es decir la cuota. Según lo que hayamos acordado, puede ser mensual, trimestral, semestral, etc .. Lo que paguemos periodicamente va a depender del importe del préstamo, el tipo de interés y el plazo que hayamos acordado. La cuota incluye la parte del dinero prestado que se devuelve o amortiza, más los intereses correspondientes.
En los diferentes tipos de amortización la cuota constituye uno de los factores más importantes a tener en cuenta a la hora de elegir nuestra hipoteca o préstamo. Así, se distinguen 3 tipos de amortización de hipotecas:
- Cuota constante o método francés
- Cuota creciente
- Cuota decreciente
A continuación explicamos los 3 tipos de amortización con más detalle:
Cuota constante o método francés
También llamada ‘método francés’. Es la forma más frecuente de amortización de préstamos, y consiste en que vamos a pagar la misma cuota siempre, lo que varía son los intereses y el capital amortizado. Los intereses que se cobran en las cuotas se calculan sobre el importe pendiente de amortizar, es decir, lo que pagamos de intereses se va a ir reduciendo en una cuantía proporcional a la amortización del capital, ya que el capital pendiente de amortización será menor. En la primera fase, por tanto, se pagan principalmente intereses. Pero a medida que se van pagando cuotas, la parte de las mismas que corresponde a capital amortizado aumenta, disminuyendo así los intereses.
Cuota creciente
La cuota va aumentando con el paso del tiempo. Tiene la ventaja de que se paga menos al principio pero, lógicamente, la carga aumenta en el futuro.
Cuota decreciente
En este tipo de amortización de préstamos ocurre lo contrario. Se amortiza siempre la misma cantidad de capital de forma que los intereses se van reduciendo progresivamente y el total a pagar va descendiendo. Es decir, el importe de las cuotas desciende con el paso del tiempo.