¿Nos afecta la crisis de los créditos hipotecarios?

De sobra sabemos que en economía cuando Estados Unidos se resfría Europa y el resto del mundo se constipan. Llevamos un verano bastante ajetreado con la crisis de los créditos hipotecarios de alto riesgo, también llamados subprime, en los EE.UU. Afectando no sólo al mercado inmobiliario estadounidense sino también a los mercados bursátiles del mundo entero.

Lo que en realidad nos importa es si esta crisis puede afectar a nuestro país. Primero hay que decir que este tipo de hipotecas subprime no existen en España y además tenemos unas tasas de morosidad muy bajas comparadas con el país norteamericano. En España la tasa de morosidad es de un 0,50% mientras que en EE.UU. es de un 4% y alcanza el 15% en el caso de las subprime.

Esto viene a tranquilizarnos y demostrar el bajo riesgo que corren los bancos españoles a la hora de conceder un préstamo hipotecario y la mayor estabilidad del sector en nuestro país. Además, Solbes minimiza el impacto que esta crisis pueda tener en nuestra economía y los analistas parecen coincidir en que, como ya hemos dicho, nuestro mercado hipotecario no tiene nada que ver con el estadounidense.

Lo que está claro es que todo lo que pase en Estados Unidos nos puede afectar a nosotros. Allí estamos viendo cómo la burbuja inmobiliaria se desinfla, con los peores datos de construcción nuevas viviendas de los últimos 10 años. El HomeBanc es la última entidad en declararse en bancarrota por problemas relacionados con las hipotecas de alto riesgo. Y el FDE, la Reserva Federal, sigue inyectando dinero y acaba de bajar los tipos de interés para asegurar el crecimiento de su economía.

¿Y en España qué pasa? Pues para empezar el March Monetario Dinámico, de la Banca March, es el primer fondo español que se ha visto afectado por la crisis. Pero ¿por qué? Pues como leemos en el ABC: “Las entidades financieras estadounidenses que conceden este tipo de créditos de alto riesgo suelen dividir la deuda y venderla a inversores y a bancos” de todo el mundo. No es que sea para alarmarse pero para que luego digan. Vamos a ver cómo se desarrollan los acontecimientos y si no acabamos cogiendo nosotros un resfriado.