La reunificación de préstamos es una herramienta que nos permite acumular todas nuestras deudas en un pago único y obtener una ventaja clara: la rebaja de la cuota mensual que pagamos por todo. Los bancos tradicionales llevan años ofreciéndola, pero es ahora cuando vemos mucha publicidad sobre empresas intermediarias de reunificación de deudas.

Normalmente se trata de una ampliación de hipoteca, o la apertura de una nueva, aunque también se puede hacer mediante la contratación de un préstamo personal. Lo que hacemos es acumular (reunificar) la hipoteca, las mensualidades atrasadas, la deuda de la tarjeta de crédito, el préstamo del coche, etc. Con los nuevos fondos, se devuelven anticipadamente los préstamos pequeños y, al reunificarlo todo en una sola cuota, se podrá negociar un menor interés y pagar una cuota mensual más baja.

Cuidado con la reunificación de deudas

Pero no es oro todo lo que reluce. En realidad, no debemos tener sólo en cuenta el interés que pagaremos (este será menor) sino también el plazo al que estamos negociando la deuda. Si renegociamos la deuda de la tarjeta de crédito (deuda de varios meses de duración), la deuda del préstamo del coche (deuda de 3 años de duración), aumentando nuestro préstamo hipotecario habremos ganado en el interés, cambiando un 15% o un 8% por el Euribor más un pequeño diferencial, pero la deuda se habrá convertido en una deuda de 30, 35 o 40 años y con garantía hipotecaria: si no se paga se pierde la casa a favor del banco.

Además, en la reunificación de deudas basada en ampliar un préstamo hipotecario no debemos olvidar los gastos de la hipoteca: las modificaciones de la escritura de hipoteca supone gastos de registro, notaría e impuestos. La entidad bancaria nos cobrará también comisiones por la tramitación y por la apertura del préstamo. Si hemos acudido a una empresa intermediaria hay que sumar su comisión o tarifa. Por ello, la Autoridad Monetaria, el Banco de España, recomienda informarse bien del plazo de la nueva deuda y de las comisiones y gastos que acarreará.

Fiscalmente, el nuevo préstamo o la ampliación del que ya teníamos, aunque sea un préstamo hipotecario, no será deducible como inversión en vivienda en la Renta puesto que en realidad el dinero de este nuevo préstamo no se ha destinado a la adquisición o construcción de la vivienda habitual sino a otros fines.

Empresas y bancos para reunificar deudas

Algunas de estas empresas no son entidades bancarias. A cambio de llevarse una comisión que encarece la operación, negocian en nuestro nombre con distintas entidades financieras o bancos para reunificar la deuda. Simplemente buscan diferentes opciones y proponen la ampliación o apertura de una hipoteca por mayor capital y plazo.

Cómo reunificar deudas

Opciones para reunificar deudas ordenadas de mejor a peor o de más barato a más caro:

  • Ampliar el plazo de préstamo hipotecario actual
  • Ampliar el capital y el plazo de la hipoteca actual y cancelar las otras deudas
  • Cambiar de banco mediante subrogación, con nuevas condiciones de capital y plazo, y cancelar los otros créditos
  • Cancelar todos los préstamos, incluido el hipotecario y abrir uno nuevo por mayor capital y plazo
  • Acudir a una empresa intermediaria de reunificación de préstamos (esto es lo que sale más caro)

Cómo pagar las deudas

Una buena estrategia para pagar tus deudas es ordenarlas y establecer prioridades. Trata de pagar la deuda más gorda antes y en el menor tiempo posible. Después, vete a por las que quede menos por pagar. Antes de acudir a un intermediario financiero intenta primero estas opciones:

  • Vende cosas que no necesites
  • Trabaja a tiempo parcial o haz horas extra
  • Utiliza los anticipos de empresa
  • Solicita préstamos a familiares
  • Préstamos personales
  • Ampliaciones de hipoteca (las opciones que hemos visto antes)