Ajuste de cuentas .. y de cinturón

Ajuste de Cuentas es el nombre de el nuevo programa de finanzas familiares en Cuatro. Embarcarse en la compra de una casa o en cualquier proyecto similar supone un sacrificio. Es un esfuerzo constante que hay que estar atendiendo mes a mes durante treinta años o incluso más.

Lo que hay que tener muy claro que comprar un piso supondrá renunciar a otras cosas, el dinero es limitado y no seremos capaces de tenerlo todo, que luego pasa lo que pasa. Lo normal hoy en día es destinar al crédito hipotecario el 35-40% de nuestros ingresos, o ese es el límite que aplican generalmente los bancos a la hora de conceder los préstamos.

En algunas ocasiones la cuota a pagar supera este límite del 35-40% debido a que el banco ha permitido endeudamiento por la existencia de avales o, simplemente, que la cuota mensual se encarece revisión tras revisión por la subida del Euribor. Según datos del INE, en 2007 los hogares españoles destinaron el 37% de su renta bruta disponible (RBD) a financiar la adquisición de su vivienda, dato superior al de 2006 que estaba en el 29,9% de la RBD (ya descontado el efecto de la deducción fiscal de adquisición de vivienda).

Si a un sueldo normal una pareja de mileuristas por ejemplo, se le resta este 40% sólo restarían poco más de un sueldo euros para pagar todos los gastos del mes de la familia: facturas, teléfonos, comida, seguros, etc. Va a ser difícil vivir con muchos lujos o con muchos caprichos pero a cambio somos propietarios de la casa en la que vivimos. Ciertamente, alquilar no resultaría una opción mucho más barata, pero algo sí, y el alquiler no nos sube con el Euribor.

Si no se controlan los gastos de la familia, los ingresos no van a resultar suficientes, además de la cuota del préstamo hipotecario hay que vivir el día a día: compras, tarjetas de crédito, préstamos adicionales, etc. Si no nos autogestionamos bien y se controlan los caprichos nos va a costar llegar a fin de mes. De hecho la tasa de morosidad en los últimos meses ha aumentado significativamente. La morosidad en los préstamos hipotecarios ronda el 1% y en los préstamos al consumo ha aumentado aún más y ya ronda el 2,5%. Cuando no se llega a fin de mes, lo último que se deja de pagar es la hipoteca.