Por fin. Ya habíamos hablado de lo peligroso que podía resultar acudir a los llamados intermediarios financieros o empresas de reunificación de préstamos. Lo escandaloso era que estas empresas pudiesen actuar sin la adecuada regulación que dejaba desprotegidos a los consumidores.
Pues ya, por fin, se han puesto manos a la obra y el Gobierno ha aprobado un proyecto de ley que regula la concesión de créditos y de préstamos hipotecarios por empresas que no son entidades financieras, así como los servicios de intermediación o reunificación de deudas.
Ahí van los puntos más interesantes de este proyecto de ley:
- Posibilidad de que el consumidor pueda desistir en 14 días, ya que toda la información precontractual tendrá que ser remitida al consumidor quince días antes de la formalización de la operación.
- Creación de un registro público estatal de empresas no financieras dedicadas a actividades crediticias.
- Mayor trasparencia en las tarifas y comisiones. Se deberá facilitar de forma detallada información de “cualquier tipo de gasto” relacionado con la operación.
- Contratos “por escrito y con un determinado contenido mínimo”. Se extienden también a los operadores no financieros las exigencias relativas a las escrituras públicas para la formalización de créditos hipotecarios.